Agosto tiene un especial significado para las culturas andinas que, en relación con sus modos de producción y su especial vinculación con los componentes de sus entornos, consideran que “es el mes en el que el mundo se pone en movimiento”. 

En particular el primer día de agosto, tanto en los domicilios particulares, corrales y sembradíos, como en distintas instituciones y espacios públicos, se realiza un culto a la Madre Tierra dueña y protectora de todos los recursos que viven de y en ella. Con mayores o menores variaciones, el ritual de convidar a la Pachamama reproduce en los distintos espacios del mundo andino -y a lo largo del tiempo-, el mismo procedimiento. Se ofrecen a la Pacha las mejores hojas de coca, bebidas conteniendo alcohol, alimentos, coa y tabaco en un hoyo cavado especialmente para tal fin; se agradece por lo recibido y se pide por una buena cosecha y pasturas para los animales. Como nos mencionara un tiempo atrás un habitante de la Puna jujeña, “la Tierra nos da, la Tierra nos cría y la Tierra nos come” y por eso hay que challar en honor a ella. 

El primero de Agosto de 2022, y en relación con una estadía de campo en Molinos, tuvimos la posibilidad de participar de este ritual en el marco de una escuela de los valles calchaquíes. Invitadas por el Profesor de Historia Santiago Fabián, compartimos con la comunidad educativa del Instituto de Educación Superior N° 6051 un acto en el que se manifestó la presencia de los sincretismos característicos de la vida actual de estos pueblos. La ceremonia incluyó la presencia de las banderas de ceremonia, entonación del himno nacional, palabras de docentes y estudiantes acerca del sentido de esta fecha calendaria, y finalizó con la apertura de un hueco para convidar a la Pachamama junto a un árbol ubicado en el centro del patio de la institución. Una vez realizado este procedimiento, se colocó una imagen de barro cerca del hoyo, se encendió tabaco y se sahumó con coa y otras hierbas, para que luego los concurrentes ofreciéramos hojas de coca, comidas y bebidas a la deidad. Por último, los presentes pudimos tomar la palabra para agradecer y pedir a la Madre Tierra. 
Finalmente, se cerró con la tierra antes removida la “boca” de la Pachamama hasta el año siguiente, y se tapó el lugar con una piedra blanca plana que no se removerá hasta el próximo 1 de agosto.

Las investigadoras del LINEA que participamos de este evento, pusimos en práctica el registro del mismo desde la observación participante y la toma de fotografías y videos que se sumaron a la colección de materiales de archivo de este laboratorio.