La Universidad Nacional de Avellaneda, a través de la Secretaría de Investigación y Vinculación, el Grupo de Estudios sobre Envejecimiento Activo y Saludable y la Especialización en Envejecimiento Activo y Saludable de las Personas Mayores, junto con la Unión de Universidades de Latinoamérica y el Caribe, organizó las Primeras Jornadas Latinoamericanas sobre Envejecimiento y Géneros desarrolladas con modalidad virtual los días 5 y 6 del mes de noviembre de 2024.

La Dra. María Gabriela Morgante y la Lic. Jéssica Chacón presentaron, en ese marco, una ponencia titulada “Dinámicas y mandatos asociados al cuidado comunitario. El caso del comedor Puro Corazón (Villa Argüello, Berisso)”. La misma es parte del desarrollo de una Beca de Formación Doctoral, financiada por la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires. 
Puede visualizarse en el canal de YouTube del Posgrado de la UNDAV: AQUI 

En esta presentación se analiza la relevancia de considerar a las edades, los géneros, los territorios y las cotidianidades como campos temáticos, específicos e interconectados con el estudio del cuidado.  Para ello se selecciona como unidad de análisis a un conjunto de mujeres adultas y mayores del barrio, desde el abordaje de una Etnografía Aplicada. Los resultados apuntan a discutir la posibilidad de que las experiencias comunitarias de cuidado promuevan la redistribución de las tareas hacia otros actores sociales, reduciendo las desigualdades de género. 

Dicha participación coincide con el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, fecha en que resulta especialmente significativo dar cuenta de que en América Latina y el Caribe, el 80% o más de los cuidados es realizado por personas cuidadoras familiares, debido a mandatos culturales y a la escasez de servicios públicos de cuidado. Las nuevas configuraciones familiares, el aumento de la participación de las mujeres en el mercado de trabajo y en las tareas de cuidado familiar y comunitario, impactan directamente en el aumento de trabajos de cuidado no remunerado, sin acceso a políticas sociales y altamente feminizado,

Frente a este diagnóstico insistimos en la importancia de los estudios de procesos de envejecimiento situados, con perspectiva de géneros y derechos que abonen a redimensionar la capacidad productiva de cuidadoras y/o efectoras de cuidado por fuera de la esfera del cuidado familiar. Ello puede ser insumo de políticas públicas para las carreras de envejecimiento y las vejeces en relación a los ámbitos del cuidado, tanto para mujeres como para identidades sexuales diversas, más allá de los arreglos familiares, desde los aportes de la Etnografía aplicada.