En una nota anterior comentábamos sobre el trabajo que se viene realizando al interior de las cátedras Etnografía I y Etnografía II de la Licenciatura en Antropología de la FCNyM, UNLP (asignaturas obligatorias del 2do y 3er año) en relación a la implementación de prácticas formativas vinculadas con el trabajo de campo etnográfico. Comentábamos en esa oportunidad que la articulación de estrategias pedagógicas clásicas (que incluyen la discusión de los textos consultados y problematizados en las clases) con otras que permiten trascender los límites físicos del aula, este año se inscriben en el proyecto “Parte del Barrio. La extensión como compromiso de gestión de la facultad con sus vecinos”, dirigido por la Lic. Ana Lamarche.

Este proyecto que fuera presentado ante la Convocatoria de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) en el año 2021 “Universidad, Cultura y Territorio” y recientemente aprobado (RESOL-2023-419-APN-SECPU#ME) constituye una iniciativa de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo cuya meta es “Promover la integración de las/os actores de la comunidad académica con el entorno y entender los contextos en los que vive y se desarrolla la comunidad de los barrios geográficamente cercanos (...) A su vez, se busca la integración de la extensión universitaria como vertebradora de los contenidos académicos que se dictan en la facultad, tanto en cátedras como en laboratorios de investigación para que tengan su contraparte práctica en relación al ambiente que rodea al establecimiento, intentando generar soluciones colectivas para las problemáticas identificadas” (cita bases del proyecto).

Como parte de esta iniciativa, diferentes cátedras y equipos de investigación de nuestra facultad se han acercado al barrio próximo con diferentes objetivos y propuestas específicas. Las docentes de la Cátedra de Etnografía I, en particular, reformulamos una actividad ejecutada en años anteriores, titulada “El trabajo de campo etnográfico: Un ejercicio de aproximación”. Parte de esta reformulación incluyó la articulación con las prácticas pre-profesionales englobadas en el programa de contenidos de la asignatura Etnografía II.

En este marco, desde comienzos de este año en Etnografía I iniciamos el trabajo con estrategias áulicas centradas en la identificación de escenarios de emergencia de conceptos disciplinares relacionados con contextos de producción de conocimiento. De este modo, consideramos denominaciones, criterios, marcos teóricos y procedimientos de investigación relacionados con el “quehacer etnográfico”. Trabajamos con análisis de textos, para identificar y componer aspectos relativos a las condiciones del desarrollo del trabajo de campo, las técnicas de relevamiento y registro, sus ventajas y limitaciones, y los aspectos éticos. Con la certeza de que el proceso de adquisición de experticia etnográfica puede acompañar todo el trayecto formativo de los estudiantes dentro de una secuencia de actividades que articulan clases teóricas y trabajos prácticos, se propuso el ejercicio de simulación de un trabajo de campo etnográfico. 

Este ejercicio permitiría un primer acercamiento al campo mediante la aplicación de la observación, y elaboración de registros observacionales, al mismo tiempo que recrear instancias de trabajo de laboratorio y el análisis de los datos registrados, para su posterior análisis y elaboración de informes. Asimismo, haría posible ensayar otros abordajes complementarios tales como la consulta y construcción de mapas, así como la revisión de datos censales.

El día 2 de julio pasado, y luego de trabajos previos que sirvieron de andamiaje, las y los estudiantes acompañados por el equipo docente de la cátedra Etnografía I y becarias del LINEA (FCNyM-UNLP y CICPBA), realizamos una práctica de campo en el marco de dicho ejercicio: una observación en movimiento, una observación recorriendo el barrio próximo, transitando “los caminos en los que la vida es vivida” por las personas (Ingold, 2011 Contra el espacio: lugar, movimiento, conocimiento) 

La práctica, centrada en la búsqueda de responder algunas preguntas que planteamos como disparadores, se relacionaba con la posible identificación y registro de características que pudieran vincularse a límites o “fronteras” y el reconocimiento de diversas formas de uso del espacio al interior del barrio Villa Argüello. Sabiendo que existen límites territoriales, establecidos por los estados provincial y municipal, nos interrogamos acerca de lo significativo que los mismos pudieran resultar para los actores barriales.
Como parte del día de campo, luego del recorrido dentro del barrio, estudiantes y docentes volvimos al aula de la facultad, para completar los registros realizados y compartir una reflexión sobre la experiencia de salida al campo. 

Una secuencia de actividades prosiguen el trabajo, lo que permitirá extender el análisis desde lo producido por otros (bibliografías leídas), a lo producido por ellos/as mismos/as analizando sus datos, redactando reportes, trabajando en equipos, potenciando y revisando sus aprendizajes. Como punto final de esta secuencia, los informes finales resultantes serán compartidos con las y los estudiantes de la asignatura Etnografía II, para que puedan ser integrados a la práctica que desarrollará ese grupo de estudiantes hacia finales del año en curso. Finalmente, se prevé un encuentro común entre ambos grupos de estudiantes y docentes, que permitirá que todos y todas, podamos evaluar las experiencias.

Entendiendo que el monitorio permanente de los equipos docentes permite reflexionar en cada paso la forma en que cada acción se constituye como parte del proceso, esta práctica motoriza reflexiones que podrán dinamizar nuevas formas de enseñar los contenidos etnográficos.